Falso retrato de Cervantes atribuido a Juan de Jáuregui. Semejanza con su autodescripción en las Novelas ejemplares.
AL TÚMULO DEL REY FELIPE II EN SEVILLA (1598)
Voto a Dios que me espanta esta grandeza; y que diera un doblón por describilla; porque ¿a quién no sorprende y maravilla esta máquina insigne, esta riqueza?
Por Jesucristo vivo, cada pieza vale más de un millón, y que es mancilla que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!, Roma triunfante en ánimo y nobleza.
Apostaré que el ánima del muerto por qozar este sitio hoy ha dejado la gloria donde vive eternamente.
Esto oyó un valentón, y dijo: "Es cierto cuanto dice voacé, señor soldado. Y el que dijere lo contrario, miente."
Y luego, incontinente, caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.